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Entrevista con el Obbá Oriate Ernesto Pichardo

“Todo el mundo es un escenario, y todos los hombres y mujeres no son sino actores: todos tienen sus salidas y sus entradas; y un hombre en su tiempo interpreta muchos roles…”—Willliam Shakespeare



Obá Oriaté Ernesto Pichardo

Uno podría pensar que el Obá Ernesto Pichardo ya había brillado lo suficiente gracias a sus logros al haber sido el campeón en el caso histórico en la Corte Suprema de los Estados Unidos. Esa fue una acción que beneficio grandemente a todos los oloshas, y, que avanzó de igual manera la libertad de religión en general. Sin embargo, tal parece que Obá Pichardo ha resurgido en el 2015 con un nuevo sentido de propósito, con mayor fuerza y con una visión incisiva lista para ayudar a la comunidad a maximizar la fuerza de los cambios que se aproximan.


Para los que no sepan de lo que estoy hablando, les proveo un trasfondo antes de entrar de lleno a una interesante conversación sobre el futuro de la religión Lukumí con un olosha de gran peso.


En el 1993, Obá Pichardo y la Iglesia Lukumí Babalú Ayé, Inc. se enfrentó a la Ciudad de Hiaheah en el caso (508 U.S. 520) en el cual la Corte Suprema de los Estados Unidos sostuvo que una ordenanza aprobada por Hialeah, Florida prohibiendo la matanza innecesaria de un animal en rituales o ceremonia públicos o privados que no sea con el propósito de consumir el animal como alimento era inconstitucional. La Iglesia y Obá Pichardo sometieron una demanda y ganaron. El Juez Anthony Kennedy estableció en su decisión que, “las creencias religiosas no tienen que ser aceptables, lógicas, consistentes o entendibles para otros para tener el mérito de protección bajo la Primera Enmienda”.


Sería ingenuo pensar que el Obá Pichardo ha estado descansando sobre sus laureles por los pasados 21 años. De hecho, en el 2009 él ayudó a mi padrino adoptivo José Merced, del Templo Yoruba Omó Orisha a enfrentar con éxito un caso similar en Texas.


Siga este enlace para más detalles: http://www.becketfund.org/merced/

Su trabajo no ha parado porque no hay gigantes a los que derrotar en juzgados. Su trabajo ha continuado de manera diligente construyendo puentes como gusta el categorizarlos.

Su afición por el activismo religioso, social y político ha sido revitalizado ante el ojo público desde que la administración del Presidente Obama anunciara el 17 de diciembre de 2014 su intención de reanudar las relaciones con Cuba. Obá Pichardo ha estado desde ese entonces en un torbellino de acción y siguiendo una clara visión: el construir puentes.


TMC: ¿Podría describir su labor en los pasados 12 meses con la comunidad de oloshas en Cuba?


Obá Pichardo: vea la ilustración la cual resuma los logros del liderato de la Iglesia Lukumí Babalú Ayé

(Iglesia Lukumí Babalú Ayé “Siga la Luz”

Rol de Liderato de la Iglesia CLBA en el 2014


· Conferencias Académicas

· Colaboración con el Departamento de Agricultura

· Medios de comunicación: impresos, televisión y entrevistas en radio

· Alianza Inter religiosa: Kola Ifá Miami

· Alianza con la tribu Miccosukee “El Amor por los Everglades”

· Oro Egun inter religioso en la Isla Sagrada Miccosukee

· Presentación inter religiosa en la galería de arte Moshka

· Programas educativos en la cadena H2O

· Dos presentaciones amicus curiae para la Corte Suprema de los Estados Unidos

· Proveer ayuda y consejería en casos legales

· Proveer tutoría privada sobre registros para oloshas

· Construir una biblioteca electrónica)


TMC: Recientemente la atención pública ha estado centrada en la comunidad de Oloshas y de Ifá. ¿Está satisfecho con la percepción pública generada con la reciente cobertura de prensa obtenida en las conferencias hechas en Miami y en Cuba?


Oba Pichardo: Si estoy satisfecho. Los medios están evolucionando y tratándonos con respeto profesional. Nuestro mensaje ha sido presentado acertadamente en la prensa, en las noticias y en programas en vivo. La percepción del público ha sido inusualmente positiva. En términos políticos no hemos tenido retroceso alguno por parte de los EE.UU. o de Cuba lo cual es un cambio significante al tomar en cuenta las actitudes anteriores. Es importante señalar que por primera vez en nuestra historia lo Lukumí ha sido directamente correlacionado a la política presidencial de los EE.UU. De acuerdo a varios periodistas nuestro puente con Cuba es el primer gran anuncio salido a la luz a raíz de este cambio en la política presidencial. Nuestra conferencia de prensa fue cubierta por medios de primera y en la portada del Miami Herald. Días después, la conferencia en Cuba también obtuvo prominencia en medios principales y en la portada del Miami Herald.


TMC: ¿Qué tiene en su lista de cosas por realizar? ¿Qué le gustaría poder lograr en los próximos 3 meses? ¿Qué le gustaría lograr en el próximo año?


Oba Pichardo: Estamos en transición hacia un nuevo cambio de paradigma. En los pasados 12 meses hemos aumentado nuestra membresía en 10 países. Las semillas de la globalización Lukumí han sido plantadas y ahora debemos actualizar la configuración de nuestra Iglesia para manejar nuestra misión de manera eficiente. Este año vamos a activar módulos actualizados de educación para cumplir con las varias necesidades geográficas. A nivel local vamos a tener conferencias, actividades culturales, vamos a aumentar la sincronización de nuestras alianzas y veremos mayor crecimiento internacional. Estas son las cosas que están en primer orden en nuestra agenda de trabajo. Esto incluye el tomar medidas para asegurarnos que la identidad Lukumí continúe. En los próximos tres meses vamos a comenzar a reclutar a nuevos profesionales para que ocupen escaños en la iglesia para la década que se aproxima.


En los años setenta el enfoque era el educarnos a nosotros mismos y el cimentar una sólida estructura como iglesia. Con la llegada de los ochenta entramos en un periodo crítico para nuestra religión. Fue ahí que nuestra fuerza fue probada al enfrentar retos seculares. Nuestra comunidad necesitaba librarse de sus retenciones coloniales las cuales se circunscribían a patrones de trato inequitativo en la sociedad. Este periodo crucial significó un cambio en actitudes y comportamientos a nivel público y dentro de nuestras comunidades religiosas. Durante nuestro caso Federal, el juez Spellman me caracterizo como un heraldo y yo acepté su caracterización públicamente.


El proceso de legalización de siete años obstaculizó nuestra habilidad de crecer con velocidad. Sin embargo. En los años noventa adoptamos un patrón pasivo-agresivo en cumplimiento con directivas espirituales. Una vez que la Corte Suprema falló a nuestro favor nuestro caso se convirtió en un punto de referencia. Nuestro nuevo rol se enfocó entonces en sostenibilidad y en permitir a nuestra comunidad el asimilarse y crecer al azar. El rol del heraldo se ha cumplido y dado frutos.

TMC: ¿Qué pueden hacer los oloshas y Babalawos para apoyar los cambios que van a entrar en efecto una vez que el gobierno de los EE.UU. ratifique el comienzo de las relaciones con Cuba?


Oba Pichardo: Yo creo que esta es una oportunidad histórica para los Lukumí de elevarse a otro nivel como religión principal. Desde el tiempo colonial, nuestra región en Cuba ha sido reducida a una subcultura que subsiste y soporta las tribulaciones y pruebas de una sociedad dominante. El gobierno siempre ha ejercido sus sanciones sociales formales favoreciendo a los blancos privilegiados y a su socio, la iglesia Católica y su relación iglesia-estado. Por tanto, a los Lukumí se nos ha negado el tener movilidad y el ascender como una religión de primera categoría. Nuestra religión ha sobrevivido como culto socio-mágico práctico pero no ha alcanzado su potencial máximo como religión principal.


Pese a que hemos logrado algunas ganancias visibles en nuestra religión, en Cuba la misma ha sido degradada a una comodidad folclórica comercializada. El símbolo de la Iglesia, el prestigio del sacerdocio y la ideología internalizada de la religión aún continúan siendo percibidas desde el prisma de la religión iglesia católica. Un ejemplo fue el la arquidiócesis se rehusara a que nuestros líderes Lukumís se reunieran con el Papa durante su primera visita a Cuba. Las autoridades de la iglesia dijeron que los Lukumí estaban representados por los obispos. Nuestra Iglesia en Miami presentó una queja formal contra las autoridades cubanas de la iglesia.


Pruebas convincentes indica que hay un movimiento redentor de la iglesia católica para volver a obtener su estado de control colonia de iglesia y estado a costa de nuestras religiones Africanas. Por otra parte, nuestra gente continua sin darse cuenta de las estrategias de manipulación y coerción que están siendo utilizadas. Nuestra gente continúa en algo riesgo. La misión de nuestra iglesia en Cuba se enfocara en la educación de nuestra gente, en la preservación de nuestra identidad Lukumí, libre de los esquemas psicológicos y religiosos.


Nosotros motivamos a los líderes de la comunidad a que se eduquen sobre las futuras reconstrucciones sociológicas y a que apoyen la visión de la Iglesia. Esto va a requerir un cambio fundamental en los valores en los cuales hemos sido indoctrinados a aceptar por generaciones. La comunidad necesita internalizar aún más que somos una religión con nuestra propia escritura sagrada, con modalidades religiosas, con sacerdocio, con ritos de paso, etc. Es critico que nos enfoquemos en nuestro interés colectivo mutuo como religión para poder librarnos de un individualismo extremo y de valores correspondientes a un ego bajo. De otra manera, yo creo que la condición de nuestros líderes religiosos y el estatus de nuestra religión será marginalizado significativamente y su voz será acallada de igual manera. Nuestra preocupación es menos con los cambios políticos y más con la recolonización de los católicos con la relación entre la iglesia y el estado.


TMC: Mientras que tenemos a muchas personas educadas y profesionales entre nuestros rangos como oloshas y Babalawos, aún hay un número significativo de personas que continúan practicando la religión Lukumí como cavernícolas, lo cual quiere decir que siguen los modales de práctica más bajos y crudos. ¿Qué propone usted para ‘iluminar’ a esas personas que ven la religión como un medio para sus propios finales?


Obá Pichardo: Los profesionales deben estudiar el Arquetipo del Proscrito el cual describe las actitudes y las creencias que dejarían en shock a la mayoría silente. Esos son los oloshas y Babalawos que han recibido poderes por medio de su iniciación y que representan valores corruptos. Esta tendencia puede ser revertida si esos profesionales toman parte visible y activa en re establecer los valores de nuestra religiosidad y de nuestra identidad religiosa. El observar de lejos y el permitir que los malhechores gobiernen, en muchos casos apoyándolo o hasta recompensándolo, solo puedo contribuir a aumentar el número de inadaptados donde las actitudes de presidio y los compartimientos bajos se convierten en la norma. Bajo dichos términos, los profesionales deben reconsiderar su alianza única y exclusiva con sus mayores e implementar módulos correspondientes de valores universales como religión. El culto al personalismo, ilés o a mayores debe ser modificado para poder triunfar. El cambio requiere liderato y consistencia. La ordenación al sacerdocio debe ser una vocación transformacional de calidad y no de cantidad.


TMC: Por otra parte, hay aquellos que han creado senderos para educar a generaciones futuras sobre las prácticas y el manejo adecuado de ilés. ¿Cuál es su consejo para ellos?


Obá Pichardo: Las destrezas de administración varían dependiendo de las prácticas religiosas. Un líder debe establecer un sistema operativo claro y una disciplina de grupo que tenga como base un entendimiento colectivo de la dinámica de trabajo y de protocolo. Esto es similar a la administración comercial. Un líder debe tener organizado un sistema de entrenamiento modular, roles definidos y una metodología para encarar agravios. Un problema que se ve en muchos ilés es la pobre destreza administrativa la cual solo lleva a victimización y a casas disfuncionales.


Yo sugeriría que visitan la página web de nuestra Iglesia y que leyeran la parte sobre “Como seleccionar a un sacerdote” la cual fue publicada para la comunidad hace unos años. El líder del ilé puede que tenga unas destrezas maravillosas pero es prudente observarle a ese líder como un símbolo religioso. La actitud de esa persona y su perspectiva mundial son de igual manera importante. En muchas ocasiones el líder esta contaminado con valores seculares que le empanan como símbolo religioso. El líder es una persona que representa la religión Lukumí las 24 horas los 7 días de la semana. Por ejemplo, el verse y comportarse como un matón no es un símbolo apropiado de la religión Lukumí sin importar el ashé que esta persona pueda poseer y su conocimiento de funciones religiosas. El líder es un rol comunitario y no laico. Los valores culturales y la conducta de ese individuo deben honrar su estatus de iniciado.


TMC: Ya usted ha creado un legado para las generaciones futuras. Si pudiera re escribir su legado, ¿qué haría diferente?


Obá Pichardo: A mí me dieron vida con la condición de servir la voluntad de Shangó. Ese es el legado y yo soy un misionario. La vida de un misionario no es fácil. Siempre hay sacrificios, y, un precio material y emocional que se intercambia por las obras logradas. El re escribir el pasado seria el ignorar la naturaleza realista de la misión. Cuando veo el pasado lo que veo es un celaje. El presente, que es palpable es lo que puede ser racionalizado. Lo que es cierto para mi es el seguir mi misión a cada momento que Shangó me da nuevas revelaciones y directivas. Como versa el dicho, “cuando hay guerra, el soldado no duerme”. Yo me enfoco en nuestra próxima victoria para el beneficio de generaciones futuras.


TMC: ¿Cuál es su visión para el futuro de la religión Lukumí en los EE.UU.? ¿Y globalmente?


Obá Pichardo: Mi visión es que aquellos que sean más humanos y religiosos serán los líderes dotados del futuro. Los que continúe por el camino del ego en su aspecto más bajo no sobrevivirán. Nuestra religión se convertirá en una más institucionalizada y organizada según continuemos evolucionando.


Nuestra comunidad religiosa ha sobrevivido tiempos muy difíciles, en gran parte, porque ha habido un grupo selecto que se unen para lograr un propósito común. En cada periodo de nuestra historia hemos hecho contribuciones progresivas para beneficio de todos. Pero los Lukumí no deben esperar el ser tomado en serio sin tener representación institucional. La historia de Cuba nos muestra como los cabildos y otras organizaciones sociales beneficiaron a la comunidad en general. La historia de nuestra iglesia ha probado que el tener una visión institucional avanza a la comunidad y a su motilidad a la vez que ayuda a preservar la soberanía de los ilés.


TMC: Si usted pudiera enviar un mensaje a los medios de comunicación sobre la manera en la que nos presentan como iniciado y como comunidad religiosa, ¿Cuál sería este mensaje?

Obá Pichardo: A pesar de que la iglesia ha hecho avances significativos en las relaciones con los medios y en la manera en que representamos nuestra marca, nuestra comunidad comparte la responsabilidad por sus problemas de imagen. Los medios deben considerar que la mayor parte de los blogs en el internet tienen mucha información errónea. Los periodistas siempre deben mantenerse en contacto con fuentes fidedignas. Cada encabezado artículo de contenido sensacionalista ofende las sensibilidades de miembros de nuestra comunidad religiosa los cuales son parte de la población principal de Norte América. Lo que es considerado como cristiano o anti semítico comanda respeto. De igual manera esperamos trato igual. Las malandanzas de una persona no deben ser usadas para ofender o empañar a la comunidad religiosa completa.


TMC: ¿Tiene alguna idea adicional que desee compartir?


Obá Pichardo: Nuestra comunidad debe tener cuidado con el uso de algunos términos operativos contemporáneos generalmente originarios de Antropología Cultural. Un ejemplo es la popularización del término iniciados cuando uno se refiere a un sacerdote o sacerdotisa. Nuestra religión tiene términos definidos por cada nivel. Cuando hacemos referencia a una monja, sacerdote cardenal católico, o a un rabino, imam, pastor o reverendo, el término iniciado no se utiliza. Cuando hablamos de los adherentes o seguidores de una religión principal el término iniciado no se utiliza. El término iniciado por lo general se usa para denotar a una persona o a algo que no está relacionado a la religión. El aceptar o el usar el término iniciado al hablar de lo Lukumí inconscientemente contribuye al concepto de ser “otros” lo cual a su vez provoca un sesgo cultural.


Quiero agradecer a Obá Pichardo por dedicar de su tiempo a responder a nuestras preguntas y por compartir sus perspectivas y su visión.


Todos tenemos nuestras entradas y salidas en este escenario mundial. Todos tenemos un papel que interpretar. Por lo tanto, es importante para todo olosha y babalawo el siempre tener en mente su rol como líderes en la comunidad y el encontrar maneras de contribuir a la mejora del futuro de todos. No hay roles de liderato pequeños, todos tenemos el potencial de cambio y de inspirar a otros—para bien o para mal.


Omimelli

Oní Yemayá Achagbá

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